Los rayos cósmicos, también llamados radiación cósmica, son partículas sub-atómicas procedentes del espacio exterior cuya energía, debido a su gran velocidad, es muy elevada: cercana a la velocidad de la luz. Se descubrieron cuando se comprobó que la conductividad eléctrica de la atmósfera terrestre se debe a ionización causada por radiaciones de alta energía.
En 1911, Victor Franz Hess, físico austríaco, demostró que la ionización atmosférica aumenta proporcionalmente a la altitud. Concluyó que la radiación debía proceder del espacio exterior.
“Los rayos cósmicos pueden dañar las memorias de nuestros dispositivos electrónicos”. Así lo asegura Daniel Vega, director del documental The cosmic rain que se presentó el miércoles, 10 de abril, en la Fundación Nebrija. La rectora de la Universidad, Pilar Vélez, inauguró el acto, que contó con la presencia de varios de los investigadores del proyecto.
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